martes, 20 de febrero de 2018

todos somos feministas

No. No es tan simple. No basta con que digas "los hombres deben tener los mismos derechos que las mujeres". No. Esas imágenes que dicen que basta con querer igualdad para ser feminista. No, no, no. De se por eso, toda la sociedad (exceptuando algunos casos particulares que reconocen su machismo a viva voz) sería feminista. Que fácil, ¿no?¿cómo no nos dimos cuenta antes? Viva el feminismo, viva la igualdad, viva.

No.

Y no es que haya que saber la teoría -necesariamente- para ser feminista. No es que tengas que haber leído a Simone, a Judith Butler, a Emma Goldstein, a Dworkin o Millett para ser feminista. Si bien  el feminismo es en definición una postura académica, es también un movimiento social, político. La teoría no es nada sin práctica. Yo no abogo por la academización. Creo que insistir en la academia es una extrema simplificación para algo tan amplio como el feminismo. La doctora en género de la universidad de Yale puede tener menos clara la praxis feminista que una mujer sin estudios que participa en un colectivo.

Más bien, me molesta la trivialización del término. Me molesta que todos se adjudiquen el adjetivo de feminista. Independiente de todo lo demás. No, amiga, si estás en contra del aborto, no eres feminista. No, si piensas que no debería existir matrimonio igualitario, no eres feminista. No, si te parece que la biblia es un libro válido, amigo/a, no eres, de ninguna forma, feminista.

Hay que delimitar conceptos. No es que uno deba calzar exactamente en un molde para poder llamarse de tal y cual forma. No es que haya gente "más feminista" que otra, o que yo me crea con el poder de decir quién es o no feminista. No va por ese lado. Todo movimiento, partido político, religión, escuela filosófica, tiene necesariamente una definición y, por tanto, una delimitación. Un cristiano no es ateo porque los límites son lejanos y no se cruzan. Un conservador no es feminista porque, al igual que en el caso cristiano-ateo, los límites no tienen espacios comunes.

No es un molde, es una delimitación, que puede ser difusa y flexible, porque somos seres humanos, y vamos mutando, somos dinámicos, y no es posible que nos ajustemos a un concepto como lo haría un objeto inerte. Un refrigerador jamás va a exceder los límites de su definición. Nosotros lo hacemos constantemente. ¿Se llama eso inconsecuencia? No sé si haya que ser tan drástico. Digamos, mejor, que somos seres humanos, y que no nos atenemos a definiciones porque nuestra naturaleza misma lo impide. Pero ¿qué tan lejos podemos llevar eso? Porque debe haber un punto en que la naturaleza misma no nos excusa. "Hola, soy de derecha, pero creo en la socialización de los medios de producción": no tiene sentido.

"Hola, creo que la homosexualidad es una desviación, pero soy feminista". No.
"Estoy a favor de que el hombre sea la cabeza de la familia, en un ambiente sano, y soy feminista" No.
"La biblia es uno de mis libros guía, y soy feminista". No o o o.

No somos todos feministas. Basta de ese discurso.

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